La Ciudad - Cádiz

Cádiz es una ciudad y municipio de España, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Andalucía. Con 120 468 habitantes en 2015, es la ciudad más poblada de la Bahía de Cádiz y la tercera de la provincia tras Jerez de la Frontera y Algeciras.

Situada al sur de la península ibérica, en el extremo suroccidental de la Europa continental , conforma junto con los municipios de Chiclana, El Puerto de Santa María, Jerez, Puerto Real, Rota y San Fernando la llamada Mancomunidad de Municipios Bahía de Cádiz.

Cádiz es una antigua isla comunicada al continente por un tómbolo, frente al estuario del río Guadalete, e inmersa en el Parque natural de la Bahía de Cádiz, a 124 km de la capital autonómica, Sevilla. El conjunto formado por Cádiz y San Fernando está separado de la península ibérica por el Caño de Sancti Petri. Históricamente, el territorio de Cádiz se ha constituido, inicialmente, como un pequeño archipiélago, (llamado Gadeiras), a una sola isla, situación en la que se debate si se encuentra en la actualidad. Esta particularidad hace que sea difícil definir su condición geográfica, aunque hoy día recibe un plan de tratamiento insular. Fue bautizada por Lord Byron como «Sirena del Océano» y se le conoce popularmente como la «Tacita de Plata».

Su economía está basada, principalmente, en el sector del comercio, debido a la presencia de los astilleros y las actividades de la zona portuaria y de la Zona Franca. El otro sector base de la economía gaditana es el turismo, debido a sus playas, a las fiestas locales y al importante patrimonio histórico que posee.

Hoy en día Cádiz es conocida sobre todo por su larga e influyente historia, (es la ciudad más antigua de Europa occidental y con restos arqueológicos datados en 3100 años) no sólo en el ámbito nacional sino también por su importancia en procesos como las guerras púnicas, la romanización de Iberia, el descubrimiento y conquista de América o la instauración del régimen liberal en España con su primera Constitución así como su influencia posterior de ésta para las constituciones de las ex colonias españolas independizadas. Toda la ciudad alberga numerosas plazas, jardines, iglesias y otros emplazamientos que así lo recuerdan.

Conil de la Frontera es un municipio español de la provincia de Cádiz, en la comunidad autónoma de Andalucía. La locución "de la Frontera" alude a la frontera granadina. En el año 2014 contaba con 22 063 habitantes. Su extensión superficial es de 87 km² y tiene una densidad de 253,6 hab/km². Es uno de los pueblos más pintorescos de la Costa de la Luz, con lugares de alto valor ecológico e histórico. Su economía se basa en la pesca y en el turismo estacional. Por eso en verano su población ha llegado a las 90 000 personas.

Aunque ya se constata presencia humana en tiempos prehistóricos, la ciudad fue fundada en tiempos de los fenicios, que se aprovecharon de las salidas al mar de la zona, creando allí sus almadrabas y pesquerías. Ya en tiempos de los romanos adquirió esplendor y grandeza al formar parte de la Vía Hercúlea y unir las ciudades de Málaga y Cádiz. Tras la caída del Imperio Romano, Conil fue saqueada por los visigodos, los bizantinos y los vándalos, hasta que con la llegada del Islam, en el año 711, tuvo que unirse a la Cora de Sidonia.

No se vuelven a tener importantes noticias del municipio hasta 1265, año en el que el término municipal, a causa de las victorias cristianas de la Reconquista, renombra al pueblo, añadiéndole el topónimo de "de la Frontera", como hiciera con otras poblaciones como Chiclana, Jerez o Arcos, debido a que las poblaciones formaban parte de la frontera que separaba los territorios musulmanes de los cristianos. En 1299, el rey Fernando IV de Castilla concede a Alonso Pérez de Guzmán la entonces aldea conileña para que la repoblara y fortaleciera, colaborando en su nuevo auge. Fue en estos tiempos cuando el pueblo pasó a llamarse Torre de Guzmán, debido a la torre que, para defender la ciudad en caso de ataque, construyeron bajo su nombre.

A pesar de las epidemias de peste y otras enfermedades que sufrió el pueblo en los años posteriores, las almadrabas servían a los habitantes como base de su economía. A comienzos del siglo XVI, la vida del pueblo se ve interrumpida por las disputas que se producen entre dos nobles familias tremendamente importantes de la zona: la de los Guzmán y la de los Ponce de León. Junto a esto, las disputas entre los nobles y los aldeanos empeoran la situación de la zona, ya que parecían a estos segundos pésimas las condiciones económicas a las que se veían obligados a vivir. Tras todos estos problemas, las décadas posteriores fueron dando sus frutos, ya que la población y la producción de las almadrabas comenzaron a subir.

Fue el siglo XVII el siglo de oro de la población, puesto que se convirtió en enclave económico de los alrededores. Ya en el siglo XVIII, las almadrabas empiezan a decaer, aunque no por ello la economía, que comienza a sostenerse gracias a la agricultura y la ganadería. A mediados de este siglo, una serie de disputas por la presión fiscal a la que los propietarios de tierras y los aldeanos estaban sometidos, vuelve a turbar la paz de Conil. Estos problemas tanto de territorios como económicos son los que hacen caer la popularidad del pueblo en picado, a lo que se sumó la ocupación napoleónica de principios del siglo XIX. El pueblo, que por aquellos entonces tenía un sentimiento antiseñorial, creó el Síndico Personero, una especie de defensor del pueblo gracias al cual los municipios de la zona pudieron enfrentarse a los señores propietarios de las tierras. Durante el siglo XX el turismo, en muchísima menor medida que el actual, comienza a hacer mella en la localidad, dado que familias de Sevilla comienzan a marchar de veraneo por esta zona para darse baños de aguas medicinales. Desde la década de 1960 Conil ha tenido un auge turístico, debido al cual este es el sector por el cual se ha sustentado la economía local en estos últimos años.